
El joven centrocampista del Sporting Clube de Portugal João Moutinho ha experimentado una progresión muy rápida en su corta carrera como jugador profesional. Con tan sólo 19 años, disputa ya su segunda temporada como titular en el conjunto lisboeta, ha ganado premios al futbolista revelación y al mejor centrocampista del balompié luso y ha hecho realidad el sueño de defender los colores de la selección absoluta de su país.
Si las cosas continúan a este ritmo, es posible que dentro de algunas semanas veamos al pequeño Moutinho postulándose para el Premio Gillette al Mejor Jugador Juvenil de la Copa Mundial de la FIFA.
Hijo de deportistas (su padre fue futbolista y su madre baloncestista), João enseguida manifestó el deseo de seguir el mismo camino, y siempre fue muy incentivado.
"El fútbol siempre me ha gustado, y tuve la oportunidad de acompañar a mi padre cuando él era jugador. Me acuerdo de que iba con él a los clubes donde jugaba y estaba horas dándole patadas a un balón. Creo que para mis padres ha sido una felicidad tener un hijo que siguiese una carrera deportiva", dijo en una ocasión.
De niño, Moutinho pertenecía a las categorías inferiores del club de su ciudad, el Portimonense, pero a los 13 años le surgió la oportunidad de incorporarse a uno de los grandes del fútbol luso. En aquella época, varios equipos demostraron interés en contar con el prometedor muchacho, pero sus padres, sabedores del buen trabajo que el Sporting acostumbra a hacer en su cantera (de allí salieron Luís Figo, Simão Sabrosa, Ricardo Quaresma y Cristiano Ronaldo, entre otros), consideraron que su sitio estaba en Alvalade.
En el Sporting, João Moutinho se convirtió en un centrocampista completo, capaz tanto de defender como de atacar con maestría. Pese a todo, sus mayores cualidades radican en un pase preciso y una extraordinaria visión de juego. Aunque todavía es muy joven, ya se muestra como un gran organizador, que conoce los entresijos del campo. Sabe dar cadencia o acelerar un encuentro cuando es preciso, y también ubicarse muy bien sin la pelota. En la temporada 2004/05 ascendió al primer equipo, y no tardó en consolidarse como titular.
Si bien tiene un físico frágil (165 cm y 64 kg), exhibe un gran coraje, y no duda en disputar el balón con jugadores mucho más corpulentos. Sus grandes actuaciones, no sólo en la liga portuguesa, sino especialmente en la Copa de la UEFA, en partidos contra el Feyenoord y el Newcastle, han hecho de él uno de los predilectos de los seguidores de los Leones en la etapa posterior a Cristiano Ronaldo.
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